Si bien parece haber más obstáculos para migrar en América Latina y el mundo, las personas siguen eligiendo la migración como una alternativa y elección de vida. En el 2019, hay 244 millones de personas que han migrado internacionalmente, de acuerdo con datos de la Organización Internacional para las Migraciones; de ellos, 48% son mujeres. No sabemos cuántas personas migrantes se consideran personas no binarias, ellxs no aparecen en las estadísticas de manera más formal.
Estos números ofrecen un panorama general del fenómeno natural, cada vez más frecuente. Pero no arrojan luz a la diversidad de historias de migración y de las personas que las protagonizan. Las cifras esconden los millones de motivos para partir: desde el miedo y la inseguridad, hasta el amor o las ganas de transformarse, de mutar, de pertenecer. También esconden millones de caminos diferentes, de experiencias de viaje, de riesgos u oportunidades, de formas de llegar, de integrarse, de permanecer o de regresar. A veces, también de volver a migrar o de seguir migrando.
El proyecto “10 HistoriAs Migrantes” fue creado por Chicas Poderosas para contar historias de migración de las que a veces no se escucha tanto hablar: las de mujeres y las personas no binarias. Pensamos que surge en un momento en el que estas historias hacen falta para ir más allá de las cifras y enfocarnos en lo que realmente importa: las personas....y sus historias también.
No es la primera vez que Chicas Poderosas aborda el tema de la migración. En 2015, cuando se incrementó el número de personas migrantes y refugiadas que viajaban a Europa cruzando el Mediterráneo – muchas de ellas muriendo en ese intento de migrar – Chicas Poderosas convocó a más de 100 periodistas, activistas, diseñadoras y programadoras a pensar posibles formas de cambiar la forma en las historias de migración se cuentan. El 19 Million Project fue una iniciativa que puso en la agenda la necesidad de repensar los discursos de migración que se crean y/o reproducen desde los medios.
Hoy, con “10 HistoriAs Migrantes”, queremos volver a replantear esta necesidad de encontrar otras formas de contar las migraciones. El periodismo colaborativo es una forma innovadora de abordar estas, y otras, historias. Proponemos además centrarnos en dar la palabra a mujeres y personas no binarias para que cuenten las historias de otras, de otres. Y proponemos también celebrar la diversidad de personas, de experiencias migratorias, y de formatos que elegimos para contarlas.
Migrar es partir, mutar, llegar. Migrar es sobrevivir, organizarse, luchar. Es fluir, pertenecer, permanecer. Migrar es también regresar y renacer.
Porque no hay una sola forma de migrar, hay muchas. Estas son solo 10 historias por donde comenzar a conocerlas.
El año pasado Chicas Poderosas realizó su primera #InvestigaciónPoderosa, donde se exploró el acceso de las mujeres a su derecho a abortar en América Latina. Mediante un trabajo colaborativo liderado por la comunidad de Chicas Poderosas Argentina, 28 periodistas de 18 países trabajaron de manera virtual para dar un panorama regional de como era #AbortarEnAméricaLatina. El resultado de este experimento fue un reportaje multimedia regional, que pueden leer aquí. Su repercusión fue mucho mayor a la esperada: fue leído por más de 11.000 personas, fue reproducido en 15 medios nacionales e internacionales, fue premiado en la Media Party 2018 en Argentina, y fue reproducido en una muestra de arte en Berlín, Alemania.
Este año, desde Chicas Poderosas decidimos retomar esa idea, ese prototipo basado en el alcance regional e internacional de nuestra comunidad, y enfocarnos en otro tema que atraviesa la región y sobre el que podemos contar historias que no están siendo contadas. Con el apoyo de Google News Initiative, Swedish International Development Cooperation Agency (SIDA), Meedan y Check, decidimos abordar las migraciones en una nueva investigación poderosa latinoamericana.
En mayo, abrimos una convocatoria para recibir propuestas de historias de migración de mujeres y personas no binarias en América Latina. Difundimos el llamado a través de las redes sociales de Chicas Poderosas, y recibimos más de 60 propuestas de 17 países: de Argentina a Estados Unidos, de Guayana Francesa a Uruguay, de Chile a El Salvador. Llegaron varias de diferentes países para contar la migración venezolana, el mayor movimiento migratorio que está viviendo la región entre otros movimientos.
El equipo editorial leyó todas y cada una de las propuestas. Las analizamos teniendo en cuenta su relevancia y el enfoque de género y diversidad para contar la migración; la urgencia y factibilidad de contar esas historias; y la experiencia de las reporteras (no por cantidad de años, sino por interés en los temas). En reuniones de hangouts y mediante un Google Sheet, hicimos una preselección y una selección final de historias. Con muchos debates de por medio, diálogos enriquecedores, preguntas y reflexiones, tomamos la difícil decisión de elegir de todas esas propuestas, de todas esas experiencias migratorias, las 10 que al ser contadas dejarían mayor huella.
Nos comunicamos con cada una de las reporteras y les reporteres y comenzamos un proceso de trabajo colaborativo para desarrollar esas historias; no sólo para hacer el trabajo de reportería sino para pensar juntas, aprender, y crear otras formas de contar esas historias. Trabajamos en un proceso de mentoría entre editoras y reporteras, reporteres para guiar cada proceso y que el trabajo periodístico sea menos solitario; tuvimos llamadas grupales para reflexionar juntas cómo mejorar el abordaje con perspectiva de género, diversidad y el enfoque humano de la migración en las historias. Hubo un ida y vuelta entre reporteras y reporteres, mentoras, entrevistadas y entrevistades, diseñadoras y editoras. También contamos con nuestra comunidad, cuyo apoyo fue fundamental para sortear algunos obstáculos planteados por el idioma, las cuestiones técnicas o las necesidades del proyecto.
Siguió un trabajo de edición de dos meses, a través de más reuniones virtuales y más documentos, y una fase de trabajo final para concluir el diseño del proyecto.
Estamos hoy felices de entrar en la etapa final de realización del proyecto, la publicación y difusión de estas historias, que es también el inicio de una conversación que queremos proponer con ustedes, lectoras y lectores; con nuestra comunidad, con periodistas, migrantes, y con todas las personas interesadas en las experiencias de migración.
Si quieres difundir una de las 10 historias, tienes preguntas o comentarios, o hay algo que nos quieras decir, por favor escríbenos a chicaspoderosasmigracion@gmail.com
Traducciones
La historia Fronteras de Derecho fue traducida del portugués al español por Simona Paranhos Sánchez.
Las historias fueron traducidas del español al inglés por Sofía Cerda Campero.
Ilustraciones
Las ilustraciones de las historias “María, la maestra indígena que migró por un amor virtual”, “Diez paradas (en seco) hasta Guatemala”, “La colectiva” y “Menstruación migrante” fueron realizadas por Gia Castello
Agradecimientos
Este proyecto es posible gracias al apoyo de Google News Initiative, Swedish International Development Cooperation Agency, Meedan y Check.
Queremos agradecer el apoyo de la comunidad global de Chicas Poderosas. Queremos agradecer particularmente a Mariana Barbosa, por ayudanos con la edición de la historia “Fronteras de derecho” en portugués, y a Nathalia Restrepo por ayudar en la edición del video de la nota “En Argentina pude materializar a Claudia.”
Y sobre todo a todas las mujeres y personas no binarias que compartieron sus experiencias migratorias que hoy son parte de estas Historias Migrantes.
Chicas Poderosas es una comunidad global que promueve el cambio inspirando y fomentando el desarrollo de mujeres en medios y creando oportunidades para que todas las voces sean escuchadas. Fue lanzada como organización el 2014 y creada por Mariana Santos cuando era fellow en Stanford, y hoy en día está presente en 18 países en América Latina, y en España, Portugal y Estados Unidos. Chicas Poderosas busca promover el liderazgo de mujeres en medios, la diversidad en las redacciones y la visibilidad de las historias sub representadas con perspectiva de género.
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